La osteopatía es una especialidad que puede aplicarse tanto a bebés recién nacidos como a niños más mayores. La osteopatía pediátrica se basa en un tratamiento manual suave e indoloro que pretende tratar las diferentes tensiones que afectan al bebé, mayoritariamente originadas durante el parto, pero también durante el desarrollo del niño conforme éste va creciendo.
Así pues, a través de la osteopatía pediátrica se tratan los siguientes síntomas:
- Cólicos del lactante
- Trastornos del sueño e inquietud
- Dificultades en la alimentación
- Estreñimiento o diarrea
- Gases
- Otitis y sinusitis de repetición
- Problemas respiratorios y asma
- Problemas y dolores músculo-esqueléticos
- Hiperactividad
- Problemas inmunitarios y alergias
Por otra parte, es también importante el asesoramiento de la alimentación del niño y de la madre (en caso de que sea lactante) para lograr una mayor efectividad en el tratamiento. Para ello se realiza un exhaustivo historial clínico tanto del bebé o niño como de la madre, haciendo especial hincapié en el embarazo y el parto.
Se recomienda una visita de osteopatía pediátrica especialmente ante las siguientes situaciones:
- Bebés intranquilos imposibles de consolar
- Bebés o niños que presentan alguno/s de los diferentes síntomas mencionados
- Niños cuyo parto ha sido demasiado prolongado o problemático
- Niños que hayan nacido con cesárea o se haya utilizado instrumentación (fórceps, ventosa, etc.) durante el parto
La osteopatía pediátrica es una gran opción a nivel terapéutico del niño, así como a nivel preventivo para cuando alcance la edad adulta.